Mi mundo

Buenos días!

Aquí estamos luego de un fin de semana en el que experimentamos la alegría de la victoria y la agonía de la desgracia. Si, el sábado y el domingo disfrutamos sendas victorias de Boston Red Sox, nuestro equipo en MLB, para completar una barrida de 4 juegos ante lo Rockies de Colorado, y de esa manera coronarse Campeones Mundiales, algo que habíamos pronosticado en el Tiger Book de Licey.com antes de comensar la serie. Me sentí muy feliz con esa victoria y mi hijos también que son fanáticos de Boston.

Sin embargo esa alegría se vio empañada cuando comenzamos a tener noticias de la tragedia por la que estaba pasando nuetro país, cuando una depresión tropical sorpresivamente se convertía en la Tormenta Tropical Noel, y provocaba la muerte de varias personas, otras desaparecias, heridas, o damnificadas. Uno no puede celebrar cuando sabe que hay tanta gente en este momento sumida en la desgracia, en la tristesa y en la miseria.

Me da mucho coraje que todavía nos pasen estas cosas, que en un país en el camino de los huracanes, todavía estos fenómenos nos tomen por sorpresa. Me da mucho coraje la falta de capacidad, la ineficiencia, la incensibilidad o no se que cosa de las autoridades, al no informar de inemdiato el cambio sufrido por el fenómeno para que la gente tomara las medidas de lugar.

Aquí las autoridades cuando quieren que la gente sepa algo que le interesa a ellos porque les conviene, utilizan todos los medios habidos y por haber para que la gente se entere, pero en estas circunstancias no pudieron utilizar los medios para prevenir a la gente. Cuanta rabia y cuanta impotencia siente uno cuando pasan estas cosas.

Le pido a Dios que ayude y auxilie a las familias afectadas. Le pido también a Dios que nos libre de cosas peores y permita que las autoridades piensen un poco en las personas, no solo en sus intereses, y nos ayude a nosotros, a la población común, a tomar conciencia, a estar alerta y pronunciarnos en contra de las malas acciones, sea quien sea que las cometa.